Una periodista, Samanta Villar, se pone en la piel de personas que sufren alguno de los diversos trastornos ligados a la conducta alimenticia. Dejará de comer durante tres semanas (siempre con seguimiento médico) sobreviviendo sólo a base de agua, para explicar los cambios físicos y psíquicos que sufre en su organismo. El riesgo es muy alto porque algo podría cambiar en su cerebro y degenerar en una anorexia nerviosa.
Aquí os dejamos la primera parte de todo el documental y cada día al final de cada entrada os iremos adjuntando las siguientes partes. Merece la pena no dejéis de seguirlo.
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